Cuando el bebé Lubenson llegó a la escuela y orfanato Hope for Haiti Children’s Center, en Ouanaminthe, Haití, en la primavera de 2006, los misioneros supieron de inmediato que necesitaba más de lo que la comunidad médica de la pequeña isla podía ofrecerle. La cara de Lubenson, de sólo ocho meses de vida, estaba desfigurada por un tumor enorme en la boca que ponía en peligro su vida. Leer esta historia.