Desde muy pequeña, a Izabella le gustaban todos los deportes, desde el fútbol hasta el béisbol, y todo lo que podía hacer afuera. Un día, su padre notó que cojeaba mientras jugaba. En un desafortunado giro del destino, diagnosticaron a Izabella con algo que afectaría su habilidad para seguir practicando deportes: osteosarcoma, o cáncer de hueso. Leer esta historia.