Después de un embarazo normal a término sin complicaciones, Shenequa tuvo a Ayden por cesárea en mayo de 2017, en la isla de St. Croix en las Islas Vírgenes de EE. UU. Poco después, el pediatra del bebé detectó un soplo cardíaco, pero como no había un cardiólogo pediatra en la isla, Ayden fue transportado en avión a Nicklaus Children’s Hospital. Así comenzó un largo y difícil recorrido médico que llevó a muchas cirugías para trastornos cardíacos y cerebrales complejos, y muchos días de ansiedad para la familia de Ayden.
Sin embargo, para cuando Ayden cumplió dos años en 2019, este notable pequeño corría y jugaba con sus primos en St. Croix y había alcanzado todos los hitos del desarrollo. Este es un tributo al espíritu decidido de Ayden y a los excelentes cardiocirujanos de afecciones congénitas y neurocirujanos, así como otros cuidadores clínicos de Nicklaus Children’s.
Poco después de llegar a Nicklaus Children’s en 2017, a Ayden le diagnosticaron TOF (tetralogía de Fallot), una afección rara causada por la combinación de cuatro defectos cardíacos presentes al nacer. Es una afección con amenaza de vida si no se la corrige con cirugía.
Debido a la cesárea, Shenequa tuvo que quedarse en St. Croix, así que a Ayden lo acompañó su abuela materna, Janice, que mantenía informada a Shenequa de todo lo que iba pasando. Shenequa —que además tiene dos hijas, de 12 y 14 años— llegó a Miami 14 días después y por fin pudo tener a Ayden en brazos. Ese emotivo día justo era el Día de la Madre. Los dos se quedaron en el hospital durante 72 días.
A fines de junio, a Ayden le hicieron una reparación cardíaca completa. Después de que se resolvieron algunas complicaciones iniciales, el pequeño se recuperó bien y fue dado de alta del hospital el 14 de julio.
Ayden tenía que volver a Miami cada tres meses, y en octubre de 2018, le diagnosticaron endocarditis, una inflamación rara de la válvula cardíaca que hizo que necesitara hospitalización. Durante la estadía en el hospital, los médicos hallaron un aneurisma cerebral raro y mortal, que también necesitaba reparación quirúrgica, entonces hubo que decidir qué operación se haría primero: la de cerebro o la de corazón. El equipo de cardiólogos, neurólogos y cirujanos decidió hacer la operación de cerebro primero, así que el 23 de octubre, Ayden se sometió a una cirugía cerebral con el Dr. John Ragheb en Nicklaus Children’s para eliminar el aneurisma y reparar la arteria.
El fuerte pequeño sorprendió a los médicos al recuperarse con bastante rapidez después de la cirugía; sus primeros pasos después de la cirugía se documentaron el 3 de noviembre. El 21 de noviembre, Ayden tuvo la segunda cirugía a corazón abierto con la Dra. Kristine Guleserian. La válvula aórtica se había dañado tanto que no se la podía reparar y había que reemplazarla. Un día después, volvía al quirófano para su tercera cirugía a corazón abierto, debido a un bloqueo cardíaco completo que requirió la colocación de cables de marcapasos temporales en su corazón. No obstante, la recuperación de Ayden fue rápida y sin incidentes, y fue dado de alta del hospital el 20 de diciembre, con lo cual estaría en casa para Navidad.
Un mes después, Ayden volvió a Nicklaus Children’s Hospital para un ecocardiograma porque tuvo fiebre y niveles elevados en las pruebas de laboratorio. “Era como una montaña rusa”, recuerda Shenequa. “No veía la hora de bajarme”.
Ayden ingresó al hospital debido a una infección rara y poco frecuente por Aspergillus. Esta fue otra afección con amenaza de vida que requirió cirugía, pero contra todos los pronósticos, Ayden salió de la cirugía estable. Todos estaban impactados y muy agradecidos a Dios por este milagro.
El 18 de febrero de 2019, le dijeron a Shenequa que Ayden necesitaría otra cirugía más. Los médicos detectaron un aneurisma en la pierna izquierda del niño, así que tuvieron que extraer la arteria femoral izquierda y crear un bypass para permitir el flujo de sangre a esa pierna. Según Shenequa, este procedimiento quirúrgico nunca se había hecho en un niño pequeño, solo en pacientes adultos, así que estaba comprensiblemente preocupada. Pero a pesar de los riesgos que implicaba, los médicos consideraban que era la mejor opción.
Cuatro días después, a Ayden le realizaron con éxito un bypass femoral-poplíteo y fue dado de alta del hospital en abril. A lo largo de todas las cirugías y tratamientos, Shenequa dice que el personal de Nicklaus Children’s Hospital fue excepcional. “Realmente hacen todo lo posible y más para que el paciente y los familiares estén cómodos”, dijo. “Aunque estuvimos tanto tiempo en el hospital, en ningún momento me sentí incómoda. Se distinguen por su compasión y amabilidad”.
Aunque ha pasado por tantas cosas, Ayden se ha mantenido alegre y juguetón todo el tiempo. Le gusta especialmente la música y jugar con sus primos.
Ayden sigue visitando Miami para hacer los exámenes regulares, así que como un proyecto de servicio a la comunidad, la clase de sexto grado de 2019 de la Escuela Primaria Ricardo Richards ayudó a recaudar fondos para los gastos de viajes que tienen Ayden y su familia.