Sara Berejuk y su esposo, Daniel, estaban esperando gemelos cuando Sara rompió fuente inesperadamente el 8 de diciembre de 2019. Tenía tan solo 24 semanas de embarazo.
“Sentimos mucho miedo. Esperamos mucho tiempo para tener la oportunidad de agrandar la familia”, explica.
A Sara le realizaron una cesárea de emergencia para que diera a luz a los gemelos y, tristemente, uno de los bebés no sobrevivió. El otro bebé, un niño llamado Jackson, luchaba por su vida con un peso de tan solo una libra.
Jackson sufría de una hemorragia cerebral y le diagnosticaron un defecto cardíaco congénito llamado CAP. El CAP se da comúnmente en lactantes prematuros cuando un vaso que conecta la arteria pulmonar con la aorta no se cierra en los primeros días de vida, lo que hace que pase demasiado flujo sanguíneo hacia los pulmones.
“Jackson era muy pequeño y necesitaba oxígeno de forma permanente”, explica Sara. “Era muy frágil”. Fueron referidos a Nicklaus Children's Hospital para que se le corrigiera el problema en el corazón.
La Dra. Lourdes Prieto, cardióloga intervencionista del Instituto del corazón, cuenta con una vasta experiencia en cierres de CAP en lactantes prematuros y ofrece opciones mínimamente invasivas para lactantes prematuros que pesan tan solo un kilogramo, una opción disponible en solo algunos de los hospitales para niños del país.
El tratamiento para el conducto arterioso varía según el peso del bebé y el tamaño de la abertura. Si bien la cirugía es el método tradicional de reparación en bebés prematuros muy pequeños, algunos programas de cardiología intervencionista están equipados para realizar esta técnica menos invasiva en lactantes prematuros que cumplen con los criterios.
“Cuando Jackson llegó a Nicklaus Children’s, pesaba un poco más que una libra y necesita un tubo de respiración. Le informamos a la familia todas las opciones para corregir su CAP. Era un candidato ideal para la técnica no quirúrgica, ya que ayudaría a su pequeño cuerpo a sanar y continuar creciendo”, explica la Dra. Prieto.
Cerrar el CAP mediante una cateterización cardíaca es una opción no quirúrgica que implica realizar una pequeña incisión en la ingle para acceder a un vaso sanguíneo, reducir el tiempo de recuperación y mejorar los resultados para el paciente. Nicklaus Children's Hospital ahora ofrece cierres de CAP con el oclusor Amplatzer Piccolo aprobado por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos), un dispositivo de malla de alambre autoexpandible que sella la abertura en el corazón.
Era un bebé diferente después del procedimiento. Ya no necesita la asistencia respiratoria y cada día está más alerta.
“Es un verdadero milagro,” dice Sara, al describir a su activo hijo, quien cumplirá tres años en diciembre. Señaló que, desde el punto de vista del desarrollo, Jackson siempre ha cumplido o superado cada hito. Le encanta jugar al aire libre, nadar, andar en triciclo y está “obsesionado” con los patios de juegos, donde escala y se desliza con entusiasmo. Le encantan los libros y la lectura, y puede identificar cada letra del alfabeto y deletrear su propio nombre. Jackson también sabe todos los números hasta el 20 y disfruta de demostrar su destreza de conteo. Y por último, pero no menos importante, una actividad favorita de Jackson es trabajar con su padre en un viejo camión familiar, donde puede explorar su fascinación con las herramientas.
“Siempre decimos que es muy evidente que Jackson disfruta cada segundo de su vida. Todos los que lo conocen lo describen como un niño alegre. Estamos muy agradecidos por la vida que tenemos como familia y con la Dra. Prieto y el Instituto del Corazón por la excelente atención que proporcionaron que ayudó a que hoy fuera posible”, dijo.