A medida que la comunidad médica da un giro hacia intervenciones menos invasivas, el cateterismo cardíaco se está volviendo más frecuente dentro de los planes de atención para pacientes pediátricos y adultos. En muchos casos, este enfoque menos invasivo es el estándar de atención.
“Abordamos más problemas de forma regular en el laboratorio de cateterismo cardíaco (en vez del quirófano)”, dice el Dr. Daniel Duarte, cardiólogo intervencionista pediátrico y de trastornos congénitos del Instituto del Corazón del Nicklaus Children's Hospital. “A medida que avanzamos en nuestras técnicas y tecnología, espero totalmente que esta tendencia continúe”.
Fundamentos del éxito
En Nicklaus Children's, los cardiólogos intervencionistas pediátricos atienden las necesidades de los niños nacidos con defectos cardíacos congénitos desde el nacimiento y, cuando corresponde, hasta la edad adulta. Independientemente de la edad o el estado del paciente, hay dos objetivos que definen el éxito de los procedimientos de cateterismo cardíaco:
- La perspectiva de la familia y del paciente. Lo primero, y lo más importante, es que el paciente debe regresar a su familia de manera segura.
- La perspectiva operativa y técnica. Que el procedimiento se realice sin problemas y según lo planificado, sin complicaciones, y que cumpla con los objetivos para los cuales el paciente fue llevado al laboratorio de cateterismo.
“Intentamos cumplir con la perspectiva operativa y técnica el 100 por ciento de las veces”, dice el Dr. Duarte. “Si consideramos que el procedimiento no lo logrará, o que los riesgos del procedimiento son mucho más altos que los de cualquier otra terapia, no llevamos al paciente al laboratorio de cateterismo, porque la familia y el paciente son nuestra prioridad”.
Antes de realizar un cateterismo cardíaco, el equipo intervencionista revisa el caso minuciosamente y decide proceder solo cuando se descartan otros tratamientos médicos no invasivos y se concuerda en que es la terapia adecuada. Sin embargo, cuando no hay una respuesta clara acerca de si realizar el cateterismo, el caso se analiza entre los especialistas del Instituto del Corazón hasta que se llega a un consenso. Estos especialistas pueden incluir:
- Técnicos de laboratorio de ecocardiografía
- Cirujanos cardíacos
- Cardiólogos de diagnóstico por imágenes no invasivo
- Intensivistas cardíacos
- Anestesiólogos cardíacos
- Cardiólogos pediátricos
- Electrofisiólogos
Esta minuciosa planificación del tratamiento proporciona una base sólida y genera resultados excelentes.
Consideraciones pediátricas particulares
La población pediátrica presenta necesidades cardíacas únicas que deben tenerse en cuenta al considerar un cateterismo cardíaco. La cardiopatía congénita puede presentarse de formas muy diferentes y tomar una decisión sobre el procedimiento no siempre es un proceso sencillo. Requiere una consideración minuciosa por parte del equipo del Instituto del Corazón y, en algunas ocasiones, técnicas innovadoras que pueden no haber sido descritas o deben adaptarse al tamaño y la fisiología del paciente. Además, la mayoría de los estudios realizados en dispositivos transcatéter provienen de poblaciones adultas y son insostenibles en pacientes más jóvenes. Por ejemplo, el reemplazo de la válvula aórtica transcatéter, el reemplazo de la válvula mitral y el reemplazo de la válvula tricúspide han demostrado ser opciones eficaces para la estrategia de reemplazo de válvulas en adultos. Sin embargo, actualmente estas no son opciones para los niños.
“La idea detrás del tratamiento de pacientes pediátricos es que vivan una vida larga después del cateterismo o cualquier otra intervención”, dice el Dr. Duarte. “Siempre tomamos esto en cuenta. Nadie quiere que un niño se someta a múltiples intervenciones, por lo que tenemos que elegir la mejor intervención para cada paciente con la menor probabilidad de intervenciones futuras repetidas”.
A pesar de estos esfuerzos, a veces se requieren cateterismos cardíacos repetidos, particularmente en pacientes con trastornos cardíacos altamente complejos, como el síndrome del corazón izquierdo hipoplásico.
Si bien el cateterismo reduce el dolor, la hospitalización, el riesgo de infección y la necesidad de medicamentos posoperatorios, la cirugía a corazón abierto sigue siendo un enfoque viable y adecuado en situaciones específicas. Cabe destacar que la cirugía a corazón abierto puede indicarse en cardiopatías muy complejas, como el síndrome del corazón izquierdo hipoplásico o la atresia tricúspide.
Se trata de la familia
El Dr. Duarte no solo analiza el plan con el equipo; también se esfuerza por educar y reconfortar a los miembros de la familia.
“Hay muchas expectativas cuando nace un bebé, y tener un hijo con una afección cardíaca es angustiante”, dice el Dr. Duarte. “Les digo que cuidaré a su hijo con la misma dedicación que lo haría por mis propias hijas”.
En Nicklaus Children's, esta atención personalizada se extiende más allá de la sala de cateterismo. El Dr. Duarte y demás personal conversan con las familias para comprender y satisfacer sus necesidades únicas. Esto incluye ayudar con problemas sociales, incluidas inquietudes de financiación que surgen de la inseguridad financiera o la falta de seguro.
Promoción de los avances en el cateterismo del mañana
“En los últimos 15 a 20 años, los avances tecnológicos y los enfoques han avanzado muy rápidamente en el mundo de la cardiología intervencionista pediátrica”, dice el Dr. Duarte. “Ahora estamos realizando grandes avances con niños muy pequeños y todo tipo de dispositivos”.
Un área específica en la que ha observado crecimiento es el reemplazo de la válvula pulmonar transcatéter. En la actualidad, los cardiólogos intervencionistas de Nicklaus Children's pueden reemplazar las válvulas pulmonares mediante un cateterismo cardíaco con cualquiera de las válvulas transcatéter disponibles.
En el futuro, el Dr. Duarte prevé un mayor interés en los cateterismos sin radiación. Algunos centros de los EE. UU. ya han comenzado a realizar cateterismos rudimentarios guiados por RM de diagnóstico en un esfuerzo por eliminar la radiación.
Mirando hacia el futuro, el Dr. Duarte se pregunta qué tan bien podría servir la tecnología de ultrasonido a los pacientes de cateterismos cardíacos. La respuesta puede llegar en un futuro cercano. Hasta entonces, los investigadores de Nicklaus Children's y otros centros deben adoptar estos y otros avances con sabiduría y precaución.
“Nuestro equipo proporciona resultados excelentes que mejoran la calidad de vida de nuestros pacientes”, dice el Dr. Duarte. “No queremos poner en peligro a un paciente solo para lograr avances. Todo lo que hacemos debe tener en cuenta el bienestar del paciente”.