Willow Alban pidió una sola cosa para su cumpleaños número siete: viajar a Orlando, Florida, y visitar sus parques temáticos favoritos. Sus padres, Stacy y Jeff Alban de las Islas Caimán, decidieron sorprenderla planificando unas vacaciones en julio de 2017. Sin embargo, una semana antes del viaje, Willow comenzó a sentir dolor de garganta. Stacy decidió llevar a su hija al pediatra para que se mejorara antes de las vacaciones.
Stacey cuenta que las siguientes horas y días fueron un torbellino.
Durante el examen, el médico descubrió que Willow tenía un latido (del corazón) irregular. Ese mismo día, los médicos realizaron un EKG (electrocardiograma) y un ecocardiograma que revelaron que Willow tenía un tumor en el corazón llamado mixoma auricular.
“Todo sucedió tan rápido que simplemente no podíamos creerlo. Podíamos ver la preocupación en el rostro del médico y sabíamos que era grave”, dice Stacey.
Willow fue referida al Instituto del Corazón de Nicklaus Children’s Hospital para una cirugía. Esa misma semana, la familia Alban viajó a Florida, no para sus vacaciones, sino para la cirugía a corazón abierto de emergencia de Willow con la Dra. Kristine Guleserian, cardiocirujana de afecciones congénitas de Nicklaus Children’s Hospital. El tumor de Willow era bastante grande y ocupaba casi por completo la aurícula derecha.
“Recibir cualquier tipo de diagnóstico inesperado puede ser increíblemente abrumador para los padres, especialmente una anomalía rara o poco común como un tumor en el corazón de un hijo”, explica la Dra. Guleserian. “Por suerte pudimos brindarles tranquilidad a los Alban gracias a la experiencia de nuestro programa en tratar este tipo de anomalías”. El único pedido especial de Willow para su cirugía fue entrar al quirófano con su conejo de peluche.
“Tratamos de hacer que la experiencia en el quirófano sea lo más acogedora y cómoda posible para nuestros pacientes”, explica la Dra. Guleserian. “Así que cuando Willow preguntó si podía ingresar al quirófano con su conejo, nos aseguramos de que fuera posible”.
La Dra. Guleserian realizó una resección completa del tumor con una incisión lo más pequeña posible, una miniesternotomía. Esta técnica, ofrecida en Nicklaus Children’s Hospital, hizo posible que el tiempo de recuperación fuera más corto y que la cicatriz en el pecho fuera más pequeña.
“La recuperación de Willow fue tan buena que pudo celebrar su cumpleaños, que fue un día después de la cirugía, en su habitación con todos nosotros a su lado”, cuenta Stacy. “Si bien teníamos la esperanza de celebrar su cumpleaños de otra manera, ese día celebramos la vida y la recuperación de Willow y estamos más que agradecidos por ello”.
Como símbolo de su aprecio, Willow llamó a su conejo “G-Bunny” por la Dra. Guleserian, o “Dra. G”, como se la conoce. “Fue la manera perfecta de honrar a la médica y al equipo de cuidado por todo lo que hicieron”, explica Stacey.
Y gracias a su excelente recuperación, Willow y su familia finalmente visitaron los parques temáticos de Orlando unas semanas después de la cirugía.