Camila Parra, de 17 años, está muy ocupada con la danza (ballet, hip hop, danza moderna, jazz y danza contemporánea) como para pensar que podría haberse convertido en una estadística trágica. La adolescente oriunda de Port St. Lucie había estado sintiendo algo de fatiga al participar en su riguroso programa de danza, pero un médico de la localidad le dijo que probablemente sería algo que se le pasaría.
Gracias a Dios, su madre decidió en noviembre de 2016 participar en un programa gratuito de detección de problemas cardíacos, patrocinado por la Jessica Clinton Foundation, destinado a detectar enfermedades cardíacas congénitas en niños de 6 a 21 años de edad. Camila y su madre, Adriana Benítez, se quedaron anonadadas al saber que el ecocardiograma de Camila había dado un resultado anormal. Una rigurosa rutina de danza podría provocarle un fallo súbito del corazón.
En los Estados Unidos, cada tres días muere un atleta adolescente debido a una condición cardíaca no detectada.
Esa estadística aterradora ha movilizado a Nicklaus Children’s Hospital para ser un líder en la realización de exámenes de detección de problemas en atletas adolescentes para identificar a los que están en riesgo. Desde 2011, el hospital ha realizado casi 15,000 exámenes gratuitos de detección y ha identificado a casi una docena de niños en riesgo de muerte súbita. El Dr. David Drossner, cardiólogo de Nicklaus Children’s que trabaja en el Condado de Palm Beach, estaba prestando asistencia en los exámenes de detección financiados por el condado y se dio cuenta rápidamente de que Camila necesitaba intervención médica rápidamente.
Después de algunas pruebas adicionales, Camila se sometió a una cirugía a corazón abierto para corregir un origen anormal de la arteria coronaria izquierda en diciembre de 2016 con el Dr. Redmond Burke, director de cirugía cardiovascular de Nicklaus Children’s. Finalmente, en la primavera de 2017, el Dr. Drossner le dio el alta a la joven estudiante de secundaria que estaba ansiosa por regresar a su academia de danza.
“Mi recuperación fue rápida y me sentí mejor y con más energía de inmediato”, recuerda Camila. “Mi vida gira en torno a la danza y la música”, agregó la joven, quien también toca el violín desde los 5 años. “Es genial poder volver a hacer lo que amo”.