Sobre los autores > Maeghan Garcia

About Maeghan Garcia

portait
Maeghan Garcia is a pediatric speech-language pathologist. She has worked in multiple settings including hospitals, outpatient clinics, and schools. She started writing about her experiences in 2015, when she unexpectedly became a widow while 7 months pregnant. She currently reaches others who are grieving or seeking inspiration through her blog at alongthebrokenroad.com and other social media accounts. She aspires to write a book about her grief journey soon. 

Visit website: Along The Broken Road


Recent Blog Posts

La crianza no se puede planificar

Siempre es una buena idea educarse e intentar prepararse para los desafíos que inevitablemente vendrán con la paternidad. Hay varios libros de autoayuda disponibles para padres y, por supuesto, una mamá o un papá experimentados pueden ofrecer uno o dos consejos. Pero incluso si acceden a todos sus recursos, ¿adivinen qué? Vamos a cometer errores porque somos humanos y criar un/a niño/a no es una ciencia perfecta. Les prometo que nadie lo tiene resuelto por completo.

Amor duro

A veces siento que mi hijo me odia, y sé que no soy la única mamá que siente esto. Amo a ese niño más de lo que podría expresar adecuadamente en palabras, y cada cosa que hago, la hago con la intención de brindarle la mejor infancia posible.

El juramento de una madre

Como madres, a veces asumimos toda la responsabilidad por el dolor de nuestros niños. Olvidamos que no solo es imposible absorber o prevenir todo sufrimiento, sino que también puede ser perjudicial para su bienestar. Claro, queremos eliminar cualquier factor estresante que podamos, pero algunos obstáculos no podrán eliminarse. Y a veces, solo porque un desafío puede evitarse, no significa que esa sea la opción correcta.

A quienes como yo son padres imperfectos

Nunca imaginé que empezaría a criar un hijo sin mi esposo a mi lado. Ese nunca fue el plan. El plan siempre lo incluyó, desde que puedo recordar. Luego, de repente, sin advertencia ni mi consentimiento, el plan cambió y me vi obligada a adaptarme. 

Vivir en el ahora

Esta noche, más temprano, me acurruqué detrás de Mason mientras estaba acostada con él en su nueva cama de automóvil esperando que se quedara dormido. Él estaba de espaldas a mí, y con mis brazos envolvía apretado su delicioso cuerpecito. De alguna manera, sin querer mi mano terminó perfectamente aprisionada entre el colchón y su pecho, y podía sentir cada latido de su diminuto corazón en la yema de mis dedos. Por lo general, me voy poco después de estar segura de que ha entrado profundamente en la tierra de los sueños. Pero esta noche me quedé un poco más.