Actualmente estamos viendo una cantidad cada vez mayor de niñas que practican deportes competitivos, con aproximadamente 200,000 a nivel universitario. Esto aumenta en 200,000 a nivel universitario. Este aumento en la participación ha proporcionado a las atletas mujeres muchos beneficios sociales y de salud, incluidos una mejor condición física, confianza, trabajo en equipo y un menor riesgo de obesidad. Junto con el aumento de la participación en los deportes, también aumenta el riesgo de lesiones, ya que las niñas corren un mayor riesgo de sufrir ciertos tipos de lesiones que los niños.
Los deportes que involucran saltar y girar pueden poner grandes cantidades de distensión muscular en la rodilla, que es una de las articulaciones más comúnmente lesionadas en atletas femeninas jóvenes. Una de las lesiones más graves de la rodilla es el desgarro del ACL (ligamento cruzado anterior). A nivel nacional, las lesiones del ACL están aumentando en los atletas jóvenes con un estimado de 250,000 lesiones del ACL cada año. Hay especial preocupación en las mujeres atletas ya que tienen un riesgo entre cuatro y seis veces mayor que el de los hombres.
Afortunadamente, en el sur de la Florida existen programas de educación y capacitación que se centran en la prevención de las lesiones del ACL. Por ejemplo, el Centro de Salud Deportiva del Nicklaus Children’s Hospital en Pinecrest incorpora el fortalecimiento de los músculos, la coordinación de las habilidades motoras, los ejercicios de agilidad y otros entrenamientos dirigidos a reducir el riesgo de una lesión del ACL (ligamento cruzado anterior).
La prevención es vital porque una lesión del ACL típicamente dará lugar a una reconstrucción quirúrgica y hasta 12 meses de rehabilitación. Incluso después de que su hija vuelva a practicar deportes puede haber consecuencias a largo plazo, incluido un riesgo del 50 por ciento de desarrollar osteoartritis en una década y una probabilidad del 25 por ciento de volver a lesionarse.
Los signos de una lesión de rodilla incluyen dolor, hinchazón y dificultad para mover la pierna o caminar incluso una distancia corta. Si su hija está lesionada, busque atención médica de inmediato para diagnosticar el problema, que podría ser un ACL (ligamento cruzado anterior) roto, un hueso roto u otra lesión muscular o de ligamentos. Si se necesita cirugía, es importante consultar a un
especialista pediátrico para que la lesión pueda ser tratada adecuadamente con respecto al futuro crecimiento óseo de su hija.
La reconstrucción quirúrgica del ACL, seguida de un programa de terapia física bien planificado, tiene una tasa de éxito a largo plazo muy alta, según la AAOS (Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos). Los objetivos iniciales son estabilizar la rodilla, fortalecer los músculos y restaurar el rango completo de movimiento. A menudo se necesita un entrenamiento avanzado para mejorar la coordinación de las habilidades motoras, el equilibrio, la velocidad y la confianza antes de volver al deporte. Una vez que el programa de rehabilitación se haya completado, su hija podrá volver a practicar deportes.
Consejos para proteger la rodilla:
Estos son algunos consejos para proteger la rodilla y prevenir las lesiones del ACL:
- Realice un calentamiento adecuado antes de participar en deportes que incluya actividades dinámicas como saltar y cambiar de un lado a otro.
- Participe en un acondicionamiento de pretemporada entre 6 y 8 semanas para prepararse físicamente para la temporada deportiva y reducir el riesgo de lesiones.
- Use calzado de tamaño adecuado con la suela adecuada. Por ejemplo, las zapatillas para correr pueden “agarrarse” demasiado a la cancha cuando juega al tenis. Si su hija está usando tacos de fútbol (cleats), asegúrese de que sean del largo correcto para la condición del campo.
- Inspeccione el campo o la cancha antes de los juegos o prácticas en busca de peligros potenciales como líquidos derramados o baches.
- Tenga en cuenta la fatiga: dígale a su hija que escuche su cuerpo. Si su rodilla “no se siente bien”, o se siente exhausta, está bien retirarse del juego.
Recuerde que es mucho mejor prevenir una lesión de rodilla que reconstruir un ACL roto. ¡Asegúrese de que su hija ponga la seguridad en primer lugar!
Sobre el Autor
Lauren Butler, PT (fisioterapeuta), DPT (especialista en terapia física), SCS (especialista certificada en deportes) es la supervisora de terapia física en el Centro de Salud Deportivo del Nicklaus Children’s Hospital en Pinecrest, que ofrece un programa integral de prevención de lesiones del ACL y ofrece clases grupales de prevención de lesiones.