Si hay un niño en su vida que sufre de síndrome del intestino irritable (Irritable Bowel Syndrome, IBS), entonces sabe que a veces puede ser un diagnóstico difícil. Veo a muchos pacientes con IBS en mi consultorio, y sus inquietudes van desde el dolor de estómago persistente hasta la diarrea, el estreñimiento o el malestar estomacal.
Dado que abril es el mes del IBS, sentí que era el momento apropiado para analizar algunos de los problemas comunes relacionados con la afección. En primer lugar, si su hijo tiene IBS, definitivamente no está solo. La Fundación Internacional de Trastornos Gastrointestinales estima que entre 25 y 45 millones de estadounidenses tienen esta afección, así como entre el 10 % y el 15 % de las personas de todo el mundo. También afecta más a las mujeres que a los hombres, por un margen de 2 a 3.
Además, los estudios han estimado que entre el 6 % y el 14 % de los niños tienen IBS. Y para los adolescentes, ese porcentaje puede ser incluso mayor: entre el 22 % y el 35,5 %.
Síntomas del IBS en niños
Como puede verse, el IBS es una posibilidad muy real para muchos niños y una preocupación aún mayor para los adolescentes. Como padre, usted puede ayudar a su hijo al estar al tanto de los signos de advertencia y programar una cita si cree que su hijo puede estar en riesgo.
Veo muchas variaciones de los síntomas del IBS, pero generalmente incluyen uno o más de los siguientes:
- Dolor de estómago recurrente
- Malestar estomacal
- Pérdida del apetito
- Estreñimiento
- Diarrea o necesidad urgente de ir al baño
- Calambres
- Hinchazón abdominal
- Gases
- Mucosidad en las deposiciones
- Sensación de deposiciones incompletas
- Mareos
Si bien estos síntomas también pueden darse con otras afecciones médicas, la presencia de dos o más es, por lo general, un signo bastante certero de IBS. Como mínimo, ciertamente se justifica visitar al pediatra de su hijo.
IBS frente a IBD
Un área de confusión con respecto al IBS es que existe otro trastorno gastrointestinal conocido como la enfermedad inflamatoria del intestino (Inflammatory Bowel Disease, IBD). Aunque el nombre es similar, las dos afecciones son diferentes. Según la Crohn’s & Colitis Foundation, la IBD es más perjudicial y puede causar daño permanente en los intestinos. La enfermedad también aumenta el riesgo de padecer cáncer de colon e incluye síntomas graves como fiebre, pérdida de peso, anemia y sangrado. Al igual que con el IBS, si su hijo experimenta alguno de estos síntomas, le recomiendo que busque tratamiento médico de inmediato.
Tratamientos para el IBS
Si a su hijo le diagnostican IBS, la buena noticia es que la afección es tratable. Los tratamientos específicos varían desde estrategias alimentarias hasta medicamentos, según la gravedad de los síntomas. Muchos niños tienen éxito al incorporar más fibra a sus dietas o al aprender a defecar en momentos específicos cada día para promover la regularidad.
Otras estrategias de estilo de vida que pueden ayudar con el IBS son beber mucha agua, hacer ejercicio con regularidad y dormir lo suficiente. Algunos niños se benefician al eliminar ciertos alimentos de su dieta. Sin embargo, recomiendo trabajar con un proveedor de atención médica en una dieta de eliminación a fin de garantizar que la dieta sea eficaz para identificar la posible causa de los síntomas. Los medicamentos también pueden ayudar a tratar los síntomas del IBS.
Dispositivo IB-STIM
Nicklaus Children’s Hospital pertenece a un grupo selecto de centros médicos que ofrecen el dispositivo IB-STIM, un dispositivo de estimulación nerviosa portátil que ayuda con el dolor abdominal relacionado con el IBS. Este pequeño dispositivo se usa detrás de la oreja y es una alternativa segura y no farmacológica para combatir el dolor crónico que a veces se asocia con la afección. Si su hijo tiene entre 11 y 18 años de edad y debe lidiar el dolor abdominal crónico relacionado con el IBS, entonces puede ser un buen candidato para el dispositivo IB-STIM.