Mi experiencia personal con la enfermedad mental materna fue con la depresión posparto (PPD), una afección que describo como una neblina de oscuridad que se mueve lentamente y que se acerca sigilosamente hasta que nos consume por completo. Los síntomas de PPD varían de una persona a otra, por lo que también es muy complicado reconocerlos cuando le suceden a usted. Cuando se trata de PPD, no hay una solución única para todas.