Cuando papá suelta otro de sus chistes cursis, la familia a menudo se irrita e incluso puede describir el chiste como “lamentable”. Irónicamente, las últimas investigaciones parecen indicar lo contrario: Los chistes malos típicos de padre pueden ser buenos para la salud de sus hijos.
Lo que muestran las investigaciones
Este sorprendente fragmento de “ciencia sobre chistes malos típicos de padre” proviene de un artículo reciente de The British Psychological Society. El autor cita múltiples fuentes para demostrar que, contrariamente a la creencia popular, los chistes pesados y las bromas divertidas pueden desempeñar un papel clave en el desarrollo social y físico de los niños.
Por ejemplo, los padres tienen el hábito de ser bruscos con sus hijos, tanto al hacer chistes como al jugar. Esto puede ayudar a desafiar e impulsar a los niños tanto en su desarrollo físico como en el cognitivo, lo que les permite estar mejor preparados para los desafíos que enfrentarán durante la edad adulta. También los ayuda a regular mejor su comportamiento frente a la adversidad.
Para los jóvenes adolescentes, estos chistes pueden ser insoportables y, a menudo, pueden incluir alguna broma divertida de papá. Para padre e hijo, esta ingeniosa broma puede parecer algo pasajero, pero también en este caso juegan un papel importante para el niño.
Con estas observaciones mordaces e inofensivas, el padre pone a prueba el ego y las emociones de su hijo sin llegar al acoso a gran escala. Según el autor, esto desarrolla la resiliencia de los niños. De manera sutil, se los entrena para que resistan la adversidad y las emociones negativas sin estallar. Esto los ayuda a regular sus emociones y a controlar sus impulsos a medida que crecen.
Resulta más eficaz en adolescentes
Por supuesto, los padres son propensos a contar chistes cursis y a armar alboroto con sus hijos mientras están en casa, pero los expertos señalan que los años de la preadolescencia y la adolescencia pueden ser el momento en que estas tácticas son más eficaces. Los adolescentes están haciendo la transición a la edad adulta e intentando dominar las emociones y el intelecto que conlleva esa transición. Sin embargo, al mismo tiempo, todas esas hormonas enfurecidas pueden hacer que esas emociones sean bastante difíciles de controlar. Los chistes malos típicos de padre son la herramienta perfecta para aplacar a su hijo durante estos años, al someterlo a una pequeña adversidad en un entorno seguro para ayudarlo a regular las emociones y a dominar su respuesta de manera positiva.
Cómo lidiar con la adversidad
El humor como cuidado de la salud también puede ser valioso para mucho más que para sus hijos. Está más que demostrado que es una forma de aliviar el estrés, manejar la adversidad y, sí, incluso de mejorar la salud y el bienestar. Un poco de humor, si se usa discretamente, puede ayudar a relajar los ánimos cuando las cosas están tensas o una familia enfrenta a desafíos, relacionados con la salud o de otro tipo. La American Medical Association incluso ofrece pautas para utilizar el humor en entornos clínicos.
Cuente esos chistes malos típicos de padre
Por lo tanto, la próxima vez que quiera decirles a sus hijos cuál es el mejor momento para ir al dentista (por supuesto, 2:30 o “tooth-hurty”), adelante, hágalo. No solo se está dando ánimo a usted mismo al hacerlo con humor, sino que también les puede estar ayudando con su crecimiento y desarrollo físico y emocional.