El viaje de Michelle comenzó en Nicklaus Children’s Hospital incluso antes de nacer. Nos dimos cuenta de que Michelle iba a nacer con labio y paladar hendido en mi exploración anatómica a las 20 semanas. La noticia fue inesperada y difícil de asimilar, pero estaba seguro de que todo iba a estar bien y que el equipo craneofacial pediátrico de Nicklaus Children’s era uno de los mejores y Michelle recibiría la mejor atención. Efectivamente, se trataba de una afirmación acertada.
Tuvimos nuestra primera visita con el equipo craneofacial poco después de la exploración anatómica y se nos dio la bienvenida de manera cálida y abierta. Inmediatamente se ocuparon de nuestras preguntas e inquietudes. Primero nos reunimos con Viviana Rua, quien estableció la agenda de nuestra visita, respondió las preguntas iniciales sobre el proceso y nos informó que podía actuar como nuestro enlace con el equipo craneofacial en caso de que necesitásemos algo. Posteriormente, analizamos una breve historia genética para comprender mejor si alguien de nuestras familias podría haber tenido diferencias de nacimiento de cualquier tipo. Después de esto, se conversó con la Dra. Mislen Bauer, genetista clínica. De inmediato, ella reiteró que todo iba a estar bien. Michelle estuvo entre los muchos niños que ellos habían tratado por labio y paladar hendido. La Dra. Bauer nos proporcionó información sobre algunos de los muchos casos exitosos que el equipo craneofacial había manejado. Después de esto, nos reunimos con el Dr. Jordan Steinberg, el cirujano plástico altamente calificado y experimentado que realizaría las cirugías de labios y paladar. A partir de una breve conversación, supimos que las cirugías y los resultados no iban a ser menos que sobresalientes.
En la primera visita después de que Michelle naciera, nos reunimos con el equipo de hendiduras para que la evaluara y presentara el plan de atención para nosotros. Nos informaron de que durante el primer año se realiza gran parte del tratamiento. Este primer año iba a requerir un gran esfuerzo de nuestra parte, pero contribuiría al éxito de las cirugías.
Nos reunimos con la Dra. Steinberg y Martha Mejía para comenzar el tratamiento de moldeado nasoalveolar para Michelle. Si bien no era necesario, se sugirió este tratamiento para ayudar a dar forma a las encías, los labios y las fosas nasales antes de la cirugía de labios. Este tratamiento demostró ser un desafío tanto para los padres como para Michelle, pero los resultados de la cirugía de labios fueron increíbles.
A lo largo de esos primeros 6 meses, nos trataron con una experiencia de atención de primera clase. Siempre que había preguntas o inquietudes sobre el tratamiento o la salud y el bienestar de Michelle, el equipo craneofacial se movía rápidamente para ayudar a responderlas.
-Vanessa, madre de Michelle