Raúl Urra no podía pensar en otro momento de mayor orgulloso que cuando su hija, Ruby Rodríguez, nació, el 20 de agosto de 1998. Hay otra fecha que Raúl Urra nunca olvidará, el 25 de junio de 2015, el día en que a Ruby le diagnosticaron cáncer.
Ruby comenzó a quejarse de lo que creía que era un dolor de abdomen. Urra la llevó a que la examinaran y el médico le recetó laxantes. Pasaron dos o tres días, y Ruby no experimentó ninguna mejoría, así que su padre hizo una cita con el Dr. Roberto Gomara, un gastroenterólogo del Nicklaus Children’s Hospital, quien descubrió una masa en el abdomen de la niña: era cáncer.
“Ahí fue cuando comenzó la pesadilla”, dijo Urra.
A Ruby le diagnosticaron un tumor desmoplásico de células pequeñas redondas, un cáncer agresivo y poco común que se presenta principalmente en forma de masas en el abdomen. Inicialmente, Ruby fue llevada a cirugía de emergencia para tratar de extirpar la masa, pero el tumor era demasiado grande. Luego, Ruby se sometió a tres rondas de quimioterapia en un intento de reducir la masa.
El 20 de abril de este año, la Dra. Cathy Burnweit, jefa de cirugía pediátrica del Nicklaus Children’s Hospital, realizó a Ruby lo que se convertiría en una cirugía de 16 horas. Durante el procedimiento, se le administró quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (Hyperthermic Intraperitoneal Chemotherapy, HIPEC), que es una quimioterapia altamente concentrada y caliente, directamente en la cavidad abdominal.
La cirugía se dividió en dos días y resultó en buenas noticias para la familia Urra: la masa fue extirpada completamente del abdomen de Ruby.
Ruby se sometió a una ronda más de quimioterapia y radiación como medida preventiva para asegurar que el cáncer no vuelva a aparecer.
“Todos en el Nicklaus Children’s Hospital han sido increíblemente amables, gentiles y serviciales. No podría decir suficientes cosas buenas”, dijo Urra.
Si bien el proceso de recuperación de Ruby ha sido más un maratón que una carrera, con muchos obstáculos entremedio, la línea de la meta no está muy lejos.
Urra dice: “Le digo todos los días que ella es mi heroína”.