En un estudio de anatomía realizado a las 20 semanas, Kimberly se enteró que el bebé que estaba esperando, llamado Jack, nacería con un defecto congénito del corazón, la transposición de los grandes vasos, también conocida como TGV. Terribles noticias para ella y su esposo, que viven en Jupiter, Florida.
Fueron remitidos a un médico del Instituto del Corazón del Nicklaus Children's Hospital, que ofrece servicios de cardiología prenatal en el condado de Palm Beach para futuros padres, donde conocieron el diagnóstico completo y el pronóstico de su bebé por nacer.
Jack tendría que someterse a una cirugía a corazón abierto dentro de su primera semana de vida para que su corazón pudiera funcionar y bombear la sangre correctamente.
Nicklaus Children’s Hospital alberga uno de los equipos de cardiología pediátrica más grandes y experimentados del Sur de la Florida y obtiene los mejores resultados en cirugía cardíaca pediátrica.La familia de Jack confiaba en que su bebé estaría en buenas manos con el Dr. Redmond Burke, que le operó a corazón abierto. “Aunque fue un momento muy difícil para nuestra familia, confiamos en el equipo de expertos y mantuvimos nuestra semilla de mostaza de fe y es un milagro que Jack no solo haya sobrevivido, sino que ahora está progresando”, dijo Kimberly. La Dra. Garmany y el equipo del Instituto Cardiovascular diseñaron un plan para la atención de Jack en coordinación con el obstetra, para garantizar una transición sin problemas después del parto y la preparación para su cirugía del corazón.
A las pocas horas de nacido, Jack fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos Cardíacos (CICU) del Nicklaus Children’s Hospital, donde un equipo de expertos de cardiología pediátrica lo estaba esperando para brindar soporte a las siguientes etapas de su atención médica. Durante su estadía de 17 días Jack fue monitoreado por un equipo multidisciplinario de especialistas en pediatría, incluidos cardiólogos, neurólogos, fonoaudiólogos, y el Dr. Juan Bolivar, el intensivista cardíaco, quien le aseguró a la familia que Jack estaría bien después de que hubiera que intubarlo. La familia incluso hizo los arreglos necesarios con los servicios pastorales del hospital para que Jack fuera bautizado en las instalaciones del hospital.
Jack ahora es un niño de dos años activo y feliz, y continúa recibiendo atención en su ciudad natal.
Obtenga más información sobre el Instituto del Corazón de Nicklaus Children’s en la página nicklauschildrens.org/Heart