Naialee Pérez acababa de dar a luz a su primer hijo, un niño llamado Liam, cuando un huracán de categoría cinco se dirigía hacia su ciudad natal en la isla de Puerto Rico. Liam estaba conectado a un respirador y estaba recibiendo tratamiento por un defecto cardíaco congénito en el Hospital del Niño en San Juan, mientras que los habitantes de la isla se preparaban para lo que sería uno de los huracanes más catastróficos de su historia.
“No sabía qué esperar, pero esperaba que todo resultara de la mejor manera. Pasamos el huracán dentro del hospital mientras Liam todavía estaba conectado a monitores y máquinas”.
El Huracán María tocó tierra en Puerto Rico el 20 de septiembre con una fuerza de categoría cuatro y devastó la isla y su infraestructura. La tormenta causó graves inundaciones, obligó a muchas personas a evacuar sus hogares y afectó el sistema eléctrico de toda la isla. Los hospitales funcionaban con recursos limitados y con generadores de respaldo.
Aunque el sur de la Florida todavía se estaba recuperando de su propia crisis debido a la llegada del Huracán Irma a Miami tan solo una semana antes, los equipos de atención del hospital rápidamente se involucraron y ofrecieron ayuda a la gente del Caribe.
La Dra. Darline Santana, cardióloga intensivista en el Nicklaus Children’s Hospital, que es oriunda de Puerto Rico y ha trabajado anteriormente en el Hospital del Niño, ayudó a conectar y coordinar el traslado de varios niños que recibían atención crítica a la Unidad de Cuidados Intensivos de Nicklaus Children’s en Miami.
“De un momento a otro, me dijeron que viajaríamos a Miami. Solo iríamos el bebé y yo. Sabía que era lo mejor para darle una oportunidad mejor a Liam, pero por supuesto tenía miedo”, dijo Naialee.
“Cuando Liam llegó a Miami, ya tenía cuatro semanas y pesaba solo 2.28 kilos. Estaba conectado a un respirador y se encontraba en un estado muy crítico”, manifestó la Dra. Kristine Guleserian, cirujana cardíaca para defectos congénitos en Nicklaus Children’s Hospital.
Los exámenes de diagnóstico revelaron que tenía un defecto cardíaco congénito complejo llamado Tetralogía de Fallot con atresia pulmonar, una afección que afecta varias cavidades del corazón, incluido un agujero entre las cavidades inferiores y una conexión ausente del corazón a la pulmones, una aorta desplazada y engrosamiento muscular dentro del corazón. La atresia pulmonar afecta la válvula pulmonar del corazón. Esta no se forma apropiadamente y la única forma en que Liam llevaba sangre a los pulmones era a través del oxígeno sobrante de cuando estaba en el vientre de su madre.
“Pudimos imprimir un modelo 3D de su corazón, que era del tamaño de una nuez en ese momento, para planificar cuidadosamente la cirugía. Pude ver su pequeño corazón desde adentro y afuera antes de operarlo, lo que me permitió tener una vista previa de lo que vería en el quirófano”, dijo la Dra. Guleserian.
La Dra. Guleserian y su equipo realizaron una reparación completa de la Tetralogía de Fallot, con un homoinjerto pulmonar, una arteria pulmonar donada con una válvula en su interior para crear la conexión necesaria desde el corazón a los pulmones.
“Liam tuvo una recuperación notable a pesar de los problemas médicos y de los obstáculos de transporte relacionados con el huracán que tuvo que enfrentar. Pocos días después, estaba en los brazos de su madre y comía solo”, contó.
Se espera que Liam se someta a cirugías de reemplazo de válvulas a lo largo de su vida a medida que su pequeño corazón crezca.
La Dra. Guleserian manifiesta: “Siempre que podemos ayudar a cualquier bebé con cualquier defecto cardíaco congénito, sin importar lo simple o complejo que sea, es una victoria para todos nosotros. Ver a este pequeño bebé prosperar después de un comienzo tan difícil de la vida realmente lo hace mucho más especial”.
Ahora Liam celebrará su primer cumpleaños con su regreso a Puerto Rico por primera vez.
“Ha sido un largo viaje para Liam y para mí y estoy muy agradecida a todo el equipo por haberlo sanado. Es realmente una fiesta de regreso al hogar para todos nosotros”, dijo Naialee.