Hannah Webb es una típica adolescente que pasa su tiempo libre jugando al fútbol, enviando mensajes de texto, charlando con sus amigos en la aplicación “face time” y haciendo incursiones en las artes dramáticas. Recientemente celebró su 13.º cumpleaños en su ciudad natal de Atlanta, rodeada de su familia y amigos. El cumpleaños es importante para Hannah, que nació con una malformación cerebral llamada displasia cortical, una forma de
epilepsia que causó que su cerebro se detuviera continuamente desde el momento en que nació.
A los dos meses de edad, Hannah se sometió a una cirugía
cerebral (una resección parietal occipital temporal) en el Nicklaus Children’s Hospital para aliviar su constante actividad convulsiva después de que la medicación no le proporcionara alivio. Este procedimiento poco común implica la extirpación de la parte afectada del cerebro en pacientes con trastornos de epilepsia graves.
La cirugía resultó ser un éxito. A la edad de un año ya no tomaba medicamentos y no ha tenido convulsiones desde la operación.
La familia ha celebrado cada cumpleaños con alegría y precaución, explica Sandra Webb, la madre de Hannah, sabiendo que siempre existe la posibilidad de que las convulsiones regresen. Pero eso no ha ocurrido, afortunadamente.
La familia viajó recientemente a Miami para someterse a un examen en el Nicklaus Children’s Hospital. “Sentí que era hora de ver a sus médicos ahora que está entrando a la edad adulta y sabía que tenía que llevarla de vuelta a los médicos en los que confío”, dijo la Sra. Webb.
El
Dr. Michael Duchowny, director del
Programa Integral de Epilepsia del Nicklaus Children’s Hospital, se reunió con Hannah después de no haberla examinado durante 12 años. Una serie de pruebas, incluidos una
MRI (resonancia Magnética) y un EEG (electroencefalograma), reveló que el cerebro de Hannah está estable y no tiene signos de actividad convulsiva o displasia cortical.
“Hannah parece estar fuera de peligro, que es algo que hemos estado esperando y rezando para oírlo durante 13 años”, dice la Sra. Webb. “Uno sabe que a su hija le está yendo bien cuando el médico la presenta a todos los residentes como una historia de éxito. Estamos muy agradecidos al Dr. Duchowny y a todo el equipo del Instituto del Cerebro por todo lo que hicieron y siguen haciendo por ella”, dijo.