“Estaba en la cancha de golf en un evento para recaudar fondos, cuando una amiga vino corriendo para avisarme que Alexa había tenido un accidente”, cuenta Kim, la madre de Alexa. “Cuando la vi, mi corazón se detuvo. Los huesos de la cara estaban tan destrozados que estaba irreconocible”.
Al llegar al hospital, los enfermeros John y Paul, especializados en el cuidado de pacientes con traumatismos, trataron a Alexa, la pusieron cómoda y se quedaron con ella todo el día. Después de varias pruebas y radiografías, los médicos determinaron que además de las lesiones faciales, Alexa tenía el cuello roto, un desgarro en el bazo, una costilla rota, un pulmón perforado, un corte en el hígado y la cadera fracturada.
Alexa estuvo al cuidado de un equipo de expertos en salud del Nicklaus Children's Hospital, anteriormente Miami Children's Hospital, incluidos el cirujano pediátrico Leopoldo Malvezzi, MD, y el cirujano craneofacial y jefe de cirugía plástica y reconstructiva S. Anthony Wolfe, MD, quienes operaron a Alexa para volver a alinear los huesos de su rostro.
“El equipo del Nicklaus Children's Hospital, anteriormente Miami Children's Hospital, se puso en movimiento de inmediato para ayudar a Alexa”, afirma Kim. “Todo fue sorprendente, en especial el cuidado que le brindaron y la humanidad con la que se manejaron. Mi esposo, Bruce, y yo realmente sentimos que recibió la mejor atención posible”.
Una efusión de apoyo
Alexa permaneció en el hospital durante 10 días, para recuperarse de las lesiones y de la cirugía.
Según Kim, “A Alexa le encantaba todo lo que el personal del hospital hacía para entretenerla”. “Uno de sus recuerdos favoritos fue cuando los médicos la visitaron vestidos como payasos. También disfrutó la visita de Taco, el perro del hospital, y los proyectos de manualidades”.
Todas las expresiones de cariño de la comunidad de Ocean Reef hacia Alexa mientras estuvo hospitalizada levantaron su espíritu. Recibió animales de peluche de los residentes y tarjetas hechas por sus amigos. Los compañeros de clase de su hermana Trish se grabaron en una cinta leyendo un libro y se la enviaron a Alexa.
“Cada vez que tenían que sacarle sangre, colocábamos la grabadora con la cinta junto al oído de Alexa para calmarla y desviar su atención de la aguja”, cuenta Kim. “Los obsequios significaron mucho para ella, y creo que incluso pueden haberla ayudado a recuperarse más rápidamente. Según los médicos, tenía la habitación más alegre del hospital”.
Una estrella afortunada
Alexa ahora ha regresado a su hogar y continúa su recuperación. En el futuro, serán necesarias más cirugías para reparar las lesiones, pero mientras tanto, está feliz de estar en casa con su hermana y sus padres.
“Nos sentimos afortunados de la excelente atención que recibió Alexa en Nicklaus Children's Hospital, anteriormente Miami Children's Hospital”, declara Kim. “Estaremos eternamente agradecidos al personal médico y a los cirujanos calificados que la cuidaron en Nicklaus Children's Hospital, anteriormente Miami Children's Hospital. No podríamos haber pedido más”.