Stephanie Cortijo de Puerto Rico nació a las 23 semanas de gestación debido a complicaciones en el embarazo de su madre. Se la consideraba una bebé “microprematura”, y sus pulmones estaban tan poco desarrollados que se la sometió a una traqueostomía y se la conectó a un respirador artificial para ayudarla a respirar. Después de transcurridas varias semanas, Stephanie desarrolló enfermedad pulmonar crónica debido al respirador artificial y parálisis bilateral de las cuerdas vocales, lo cual para muchos pacientes significa perder la capacidad de hablar. Se le comunicó a Ivelisse Cortijo, la madre de Stephanie, que su hija, probablemente, no sobreviviría su primer año de vida.
Sin embargo, Cortijo no se dio por vencida tan rápidamente. En la búsqueda de más opciones de atención para su hija, viajó a Miami para solicitar la atención de la División de Pulmonología de Nicklaus Children’s Hospital. La Dra. Maria Franco, pulmonóloga pediatra y directora de la división, elaboró un plan de atención individualizado específico para las necesidades de Stephanie, que incluía tratamientos respiratorios, terapia y medicamentos para ayudar a que sus pulmones crecieran y sanaran a un ritmo constante.
En la actualidad, Stephanie superó todos los pronósticos en su contra. Es una niña fuerte y bulliciosa de 11 años apasionada por el arte y el entretenimiento.
Recientemente, celebró un importante hito en su recuperación cuando se sometió a una cirugía para revertir la traqueostomía. Gracias a varios años de terapia del habla, Stephanie también puede hablar emitiendo sonidos con la garganta, una tarea nada fácil, pero que logró perfeccionar.

La Dra. Franco señala que la determinación y fuerza de voluntad de la familia Cortijo de no aceptar un no como respuesta es lo que ayudó a Stephanie a alcanzar una recuperación destacable.
“Honestamente, creo que está evolucionando tan bien no solo gracias al tratamiento que se le brindó, sino también gracias a la determinación de sus padres de mover cielo y tierra por Stephanie”.
“Si bien hubo muchos altibajos, estoy agradecida de estar donde nos encontramos hoy en día. Stephanie es nuestro orgullo y nuestra alegría, y estamos muy agradecidos a los médicos y enfermeros por la oportunidad que le dieron de vivir su vida al máximo”, expresa Cortijo.